sábado, 24 de mayo de 2014

Sensorial 3 años

- Tacto: durante esta etapa el tacto es un elemento fundamental a la hora de experimentar. A esta edad se expresan a través del cuerpo y juega un papel muy importante el tacto, ya que suelen tocarlo todo. Su sentido del tacto está continuamente en funcionamiento. Con el contacto busca una comunicación consigo mismo y con los demás. El tacto y el uso del mismo forma parte de exploración y de sus conocimientos. Se convierte en el sentido más importante desde el punto de vista de psicomotricidad fina.

- Vista: Sobre dicha edad el pequeño comienza a ver al 100% de sus capacidades. Es a esta edad en la que se producen las primeras revisiones para descartar posibles problemas en la visión. A través de dicho sentido el pequeño entra en contacto con el mundo desde una perspectiva gráfica y visual y ya es capaz de dar sentido a mucha de la información que le llega a través de dicho sentido.

- Olfato: a esta edad el sentido del olfato alcanza su máximo desarrollo y junto al gusto es uno de los sentidos que mayor información aporta al pequeño, ya que en su dieta se incluyen todo tipo de alimentos.

- Gusto: Durante esta etapa el pequeño ya consume todo tipo de alimentos, a través del gusto el niño percibe todo tipo de sabores y vive multitud de experiencias. Después del año su capacidad gustativa se parecerá más a la del adulto, y crear comidas atractivas a la vista y una buena enseñanza desde el principio ayudará a la hora de que el niño cuando crezca coma de todo.


- Oído: en esta etapa los niños cuenta con el sentido del oído completamente desarrollado lo que les permite ampliar su vocabulario. Es capaz de distinguir diferentes tonos y timbres lo que de otorga la habilidad de cantar o hablar con entonación.

Cognitivo 3 años

  • Explica sus dibujos.
  • Pone nombre al dibujo que ha hecho.
  • Coloca y nombra la cruz, el círculo, el cuadrado y el triángulo. Identifica todas las figuras geométricas.
  • Clasifica por tamaños.
  • Ya es capaz de predecir que después del desayuno irá al colegio.
  • Reconoce los colores primarios.
  • Aumenta la utilización de verbos posesivos y plurales.
  • Realiza constantemente preguntas acerca del ¿por qué? de las cosas.
  • Busca darle explicación a todo lo que sucede.
  • Cantará, con entonación trozos de canciones.
  • Dirá su nombre y su apellido cuando se lo pregunten.



Motor 3 años

  • Coge objetos con pulgar e índice (pinza).
  • Control de esfínteres.
  • Empuja palancas.
  • Pasa las páginas de un libro.
  • Marca números del teléfono.
  • Los dibujos que realizan son garabatos.
  • Coloca cubos y piezas que podrán poner una encima de otra hasta un cierto nivel.
  • Camina solo.
  • Se puede sentar en una silla.
  • Corre y salta.
  • Se pone en cuclillas.
  • Juega agachado.
  • Sube y baja escaleras sólo.
  • Se sostiene sobre un pie durante un segundo.
  • Puede ir de puntillas caminando sobre las mismas.
  • Comienza a abrochar y desabrochar botones.
  • Puede recibir una pelota grande.
  • Salta hacia delante.
  • Pasa las hojas de los libros una por una.
  • Imita el trazado de círculos.
  • Camina sobre una línea trazada en el suelo.
  • Puede hacer una torre de 8 cubos.
  • Sostiene un lápiz entre los dedos.
  • Puede levantarse cuando está tumbado boca arriba y ponerse de pie.
  • Usa los pedales del triciclo.
  • Trepa por espalderas.
  • Salta hacia los lados.
  • Salta hacia atrás.
  • Puede girar al correr.
  • Puede controlar la parada en la carrera.
  • Se pone y se quita solo la ropa.

Desarrollo 3 años

Esta etapa se caracteriza por un amplio desarrollo cognitivo a la par que sensorial. En el ámbito cognitivo uno de los hitos es la evolución en el lenguaje. Así mismo en el aspecto sensorial, esta etapa se caracteriza, por una dieta muy similar a la de los adultos, por lo que las experiencias sensoriales tanto en el gusto como en el olfato son muy elevadas.



Sensorial 2 años

Tacto: En esta etapa el desarrollo motor permite experimentar con las manos. Se trata de una etapa que invita a la inserción de multitud de texturas con las que experimentar en el día a día del pequeño.

- Vista: En esta etapa el órgano encargado de la visión se encuentra totalmente formado. En esta etapa desaparece el miedo a ser tapado y comienzan los juegos en los que interviene la oscuridad. Es una edad propicia para experimentar con las luces.

Olfato: Junto con el sentido del gusto le ayuda a discernir entre aquellos olores o sabores que le gustan o que les disgustan.

Gusto: La dieta a esta edad es ya muy similar a la de un adulto. Comienza la curiosidad por sabores nuevos y empiezan a discernir aquello que les gusta de  aquellos sabores que les desagradan.


- Oído: Entiende muchas palabras y puede obedecer órdenes sencillas. Siente el ritmo de la música y se mueve como bailando. Reconoce a las personas más familiares solo con oírlas y  localiza la fuente de sonidos suaves con gran precisión.

Cognitivo 2 años

  • Reconoce conceptos espaciales: arriba, abajo, dentro o afuera.
  • Tiene incipientes nociones de tiempo y espacio.
  • Reconoce la mayoría de las partes de su cuerpo.
  • Concibe los objetos como fuentes de acciones.
  • Avanza y consolida la comprensión del lenguaje.
  • Se llama así mismo correctamente por su nombre.
  • Dice frases de tres o cuatro palabras.
  • Comienza a usar posesivos y pronombres.
  • El pensamiento se centra en resolver problemas de raíz.
  • Surgen las tendencias al egocentrismo, es difícil de distinguir entre el mundo externo y el interno.



Sensorial 1 año

Tacto: Al comenzar a dar sus primeros pasos los pequeños empiezan a investigar a través de las manos. El sentido del tacto juega un papel fundamental en este periodo.

Vista: En esta etapa los pequeños cuentan con el órgano de la vista completamente desarrollado, son capaces de ver a color, a diferentes distancias y distintas velocidades.

Olfato: En esta etapa órgano del olfato se encuentra totalmente formado. La dieta de los pequeños ya incluye multitud de alimentos muy similares a los de la dieta de un adulto, por lo que se trata de una etapa en la que junto con el gusto descubren multitud de sabores y olores.

Gusto: Esta etapa se caracteriza por la inserción de una gran variedad de alimentos a la dieta por lo que le permite conocer diferentes sabores. Además comienzan a nacer los primeros dientes y las comidas cada vez se encuentran menos trituradas lo que le permite experimentar con las diferentes texturas y temperaturas.


Oído: Pierde la capacidad de emitir fonemas en forma de balbuceos que se encuentran en otras lenguas. Ello se debe a que el niño se acostumbra a su idioma nativo, porque es el que más escucha. Oírlo le ayuda a dominarlo, que es el objetivo último del bebé: comunicarse con mamá y con el mundo exterior.

Cognitivo 1 año

  • Arma rompecabezas de dos piezas.
  • Recuerda eventos por mucho más tiempo.
  • Puede agrupar algunos objetos por su forma y color.
  • Identifica animales en libros de cuentos o revistas.
  • Comienza a desarrollar la conciencia.
  • Coordinación de los esquemas secundarios y su aplicación a situaciones nuevas. Aparecen las acciones con intencionalidad que le permite reconocer indicios o señalar y anticiparse a los hechos.
  • Relaciones circulares terciarias y descubrimiento de los medios nuevos por la experimentación activa. Utilizan instrumentos para experimentar.
  • Invención de medios nuevos mediante el pensamiento. Se encuentran a caballo entre lo sensoriomotor y lo preoperacional.
  • Comienza la imitación por ensayo error y más tarde la imitación en diferido.
  • Surge el juego simbólico cuando desarrollan la capacidad para utilizar símbolos y signos.
  • Se produce la búsqueda de donde se escondió un objeto aunque no puede imaginar movimientos ocultos. 



Sensorial 0-1

1-3 meses

- Tacto: Responde a la presión, la textura, la temperatura y la proximidad al dolor.

Vista: Pueden seguir y rastrear un objeto, tienen desarrollado el reflejo fotomotor. Pueden detectar la luz y la oscuridad, incluso ver en escala de blanco, negro y grises pero no pueden ver todos los colores. Son capaces de diferenciar en cuanto a color y luminosidad. Comienzan a mostrar un cierto interés por el entorno durante cortos periodos de tiempo. Sólo puede enfocar a una distancia de entre 20 y 30 centímetros.
Un poco más tarde, sobre los dos meses, puede seguir objetos en lentos movimientos a una distancia de 30-60 centímetros. Se produce un avance notable, ya que es capaz de percibir bastante bien los detalles más pequeños y puede enfocar a casi cualquier distancia. Es aquí cuando se perfecciona la coordinación ojo-mano.
Durante el tercer mes se produce un aumento del control muscular del ojo que le permite seguir objetos. Se produce un incremento de la agudeza visual que le permite discriminar los objetos a partir de fondos con un mínimo contraste.

Olfato: Son capaces de reconocer el olor de su madre. Está desarrollado incluso antes de nacer. Pueden distinguir olores específicos. Por su expresión puede verse cómo muestran agrado por aromas como vainilla y fresas, y desagrado con otro tipo de olores. Desde el primer momento de venir al mundo son capaces de encontrar el pezón solo con el olfato y distinguen la leche de su madre de entre otras leches.

- Gusto: Distingue entre los sabores dulces, amargos y ácidos. El dulce es el sabor que más le gusta.


- Oído: Es el primer órgano sensorial que madura. Al poco de nacer ya pueden girarse hacia el lugar del que proceden los ruidos que detectan. Son capaces de distinguir tato tonos agudos como graves. Justo después de nacer, la audición puede desequilibrarse debido al líquido que llena el oído interno como resultado del parto. Este fluido desaparece un día o dos después de nacer, y la audición vuelve a ser adecuada de nuevo. Incluso a los tres días de edad, los bebés pueden distinguir la voz de su madre de la de un extraño y muestran preferencia por la voz de la madre. Este reconocimiento temprano de las voces puede ser un mecanismo para establecer vínculos entre padres e hijos gracias al reconocimiento de las voces escuchadas mientras estaban en el útero materno.


4-6 meses

Tacto: Comienza a explorar el mundo que le rodea. El tacto es muy importante para el desarrollo emocional del bebé.

Vista: Se desarrolla la visión del color. Reconoce objetos y los busca con la mirada, es capaz de ver a más distancia.

Olfato: el órgano se encuentra completamente desarrollado. En esta etapa el pequeño utiliza el olfato para distinguir entre aquellos olores que le agradan y aquellos que le desagradan. Además es uno de los sentidos que le ayuda a identificar tanto a la madre como a las personas cercanas y junto al gusto permite distinguir los sabores.

Gusto: Las papilas gustativas reciben su mayor estímulo a través de la alimentación por lo que el bebé será capaz de responder de manera distinta ante los cuatro sabores básicos: dulce, salado, agrio y amargo. En el caso de salado, por lo general, el bebé comienza a reconocer este sabor a partir de este mes.

Oídoel órgano se encuentra totalmente desarrollado. A través de dicho sentido el pequeño identifica las voces que le son familiares. Es uno de los elementos fundamentales para poder comenzar a hablar, ya que se produce la imitación de sonidos.


7-9 meses

Tacto: Comienza a explorar el mundo que le rodea. El tacto es muy importante para el desarrollo emocional del bebé.

Vista: Se desarrolla la visión del color. Reconoce objetos y los busca con la mirada, es capaz de ver a más distancia. Puede mirar fijamente objetos pequeños y empieza a tener una percepción de profundidad. Puede ver todos los colores y poco a poco será capaz de seguir objetos que se muevan a mayor velocidad.

Olfato: en esta etapa de la vida ya se han introducido nuevos alimentos en la dieta y ésta comienza a ser mas parecida a la de un adulto. Esto le otorga al niño la posibilidad de experimentar con nuevos olores  sabores, por lo que el desarrollo del olfato se agudiza.

Gusto: Las papilas gustativas reciben su mayor estímulo a través de la alimentación por lo que el bebé será capaz de responder de manera distinta ante los cuatro sabores básicos: dulce, salado, agrio y amargo. En el caso de salado, por lo general, el bebé comienza a reconocer este sabor a partir de esta etapa.

OídoGracias al sentido del oído responde con sonrisas y balbuceos cuando se le llama por su nombre y distingue, por el tono de la voz, el estado de ánimo de las personas. Le interesan los ruidos cotidianos y reconoce alguno (teléfono, timbre de casa…). Es la etapa en la que le divierte hacer ruido (por ejemplo golpeando objetos con el suelo o entre sí). Puede oír un sonido débil aunque esté a cierta distancia.

10-12 meses

Tacto: Explora el mundo que le rodea. El tacto es muy importante para el desarrollo emocional del bebé. El hecho de que sea capaz de desplazarse le permite multitud de experiencias sensoriales a través del sentido del tacto.

Vista: Cuenta con visión a color. Reconoce objetos y los busca con la mirada, es capaz de ver a más distancia. Mira fijamente objetos pequeños y  tiene percepción de profundidad. Puede ver todos los colores y poco a poco es capaz de seguir objetos que se muevan a mayor velocidad.

OlfatoGracias al olfato y la mayor inserción de alimentos nuevos en la dieta, a medida que el pequeño crece irá aceptando sabores más complejos, como el que le da un batido de frutas con leche o yogurt.

GustoLas papilas gustativas reciben su mayor estímulo a través de la alimentación por lo que el bebé será capaz de responder de manera distinta ante los cuatro sabores básicos: dulce, salado, agrio y amargo. Aunque sigue teniendo preferencia por los sabores dulces, ya acepta mejor los ácidos. Sabe perfectamente lo que le gusta y a la hora de comer rechaza lo que le disgusta.

Oído: En esta etapa el oído les ayuda a fomentar su capacidad lingüística. El bebé nace con sentido del ritmo. El ritmo del habla de los adultos pone su cuerpecito en movimiento. También es sensible a la melodía o la entonación. A los tres meses, ya oye sonidos agudos que antes no podía distinguir. Esto ayuda al bebé a distinguir mejor la voz del ruido de fondo. Es su capacidad para oír diferentes sílabas (y distinguir incluso las unidades de lenguaje más pequeñas, llamadas fonemas) lo que le convierte en un niño verdaderamente internacional. Los bebés están preparados para el lenguaje y, como recién nacidos, pueden detectar muchos más sonidos del habla que un adulto. Antes de que el bebé emita una sola palabra, habrá estado balbuceando fonemas que se encuentran, por ejemplo, en el japonés, el sueco o el urdu.

Cognitivo 0-1

1-3 meses

  • Utiliza el llanto para pedir lo que quiere.
  • Mirada y expresión vagas, impasivas e indirectas durante las horas en que se encuentra despierto.
  • Recuerda los objetos que reaparecen en dos y medio segundos.
  • Espera la alimentación cada ciertos intervalos.
  • Llora deliberadamente para pedir ayuda.
  • Se calla cuando lo alzan o ve rostros.
  • Se excita ante la anticipación de los objetos.
  • Reacciona con movimientos de todo su cuerpo y hace esfuerzos para asir un objeto que le atrae particularmente.
  • Puede comenzar a tener preferencias por el lado izquierdo o el derecho.
  • Comienza a estudiar el movimiento de sus propias manos.
  • Reconoce las voces más allegadas.
  • Los sentidos están más coordinados.
  • Sigue objetos con la vista aunque no hay búsqueda manual del objeto que desaparece.
  • Comienza a mostrar evidencia de memoria a más largo plazo.
  • Está a la expectativa de gratificaciones, como la alimentación.
  • Comienza a reconocer a los miembros de la familia que están cerca.
  • Explora con sus propias manos su cara, ojos y boca.



4-6 meses

  • Tiene lapsos de memoria de cinco a siete segundos.
  • Sonríe y vocaliza más a una persona que a una imagen.
  • Reconoce a su madre y a veces se incomoda con extraños.
  • Se da cuenta de cualquier situación extraña.
  • Descubre la relación causa-efecto.
  • Sigue objetos con la vista pero no hay búsqueda manual del objeto que desaparece.
  • Van desapareciendo los reflejos primitivos por el incremento de la madurez cerebral.
  • Permanece alerta durante casi dos horas continuas.
  • Busca visualmente objetos que se muevan con rapidez.
  • Se inclina para mirar un objeto que se ha caído.
  • Reconoce objetos familiares.
  • Tiene un modelo mental de los rostros humanos.
  • Emite sonidos vocálicos y consonánticos.
  • Hay seguimiento de la trayectoria predecible. Se produce búsqueda si se puede ver parte del objeto.
  • Distingue caras conocidas de no conocidas.
  • Emite sonidos espontáneamente y también imitando.
  • Es capaz de alcanzar algo muy rápidamente y sin “tropezar”.
  • Puede comparar dos objetos.
  • Cambia de estados de ánimo abruptamente.
  • Puede emitir más consonantes (f,t,v,s,z). Varía el volumen, el tono y la proporción en las emociones.
  • Hay seguimiento de la trayectoria predecible. Se produce búsqueda si se puede ver parte del objeto.


7-9 meses

  • Su atención es más fija; hay gran interés por los detalles.
  • Comienza a aprender las implicaciones de actos familiares.
  • Puede asociar el retrato de un bebe con el mismo y dar un sonido apropiado.
  • Trata de imitar sonidos o serie de sonidos.
  • Pueden decir “papá” o” mamá” sin significado.
  • Recuerda un evento pasado y una acción propia.
  • Comienza a mostrar conciencia del tiempo.
  • Tiene un modelo mental del rostro humano y empieza a interesarse en sus variaciones.
  • Vocaliza en dos silabas.
  • La imitación se basa en aprender conductas nuevas.
  • Se produce la búsqueda de los objetos ocultos donde se han encontrado antes.
  • Comienza a tirar objetos y observar el ruido que hacen al caer.
  • Reconoce las dimensiones de los objetos.
  • Se aburre con la estimulación de un mismo estimulo.
  • Puede acordarse de un juego del día anterior.
  • Puede seguir instrucciones muy sencillas.
  • Puede decir papa o mama como nombres específicos a los 8 o 9 meses.


10-12 meses

  • Busca un objeto que ve que está escondido.
  • Intenta señalar las distintas partes del cuerpo cuando se le pregunta.
  • Puede repetir una palabra necesariamente.
  • Entiende y obedece algunas palabras y órdenes.
  • Compara un mismo acto hecho por cada lado de su cuerpo.
  • Asocia propiedades con cosas.
  • Obedece órdenes, y ha establecido el significado del “no”.
  • Sus conversaciones son todavía balbuceos con algunos pocos sonidos inteligibles.

Sensorial

En el primer año de vida comienza el desarrollo del esquema corporal a través del autoconocimiento mediante las experiencias táctiles, visuales y posturales. Es a través de los sentidos el pequeño tiene contacto con el mundo que le rodea y es de esta manera como evoluciona.





El sentido del tacto es el primer sentido que el recién nacido aprende a utilizar. De hecho desde antes del nacimiento, el feto recoge sus primeras experiencias del ambiente circundante mediante el contacto con las paredes del útero. Hasta el tercer mes de vida, la sensibilidad táctil del bebé se concentra principalmente en la cabeza, la boca y el tronco. El pequeño responde a la presión, a la textura, a la temperatura, a la proximidad y al dolor. De ahí la importancia de la lactancia, lo que se conoce como "el contacto piel con piel". Éste es fundamental para crear un vínculo afectivo entre los padres y proporcionar al pequeño la sensación de protección y calor que necesita. Los bebés desean proximidad, calor y suavidad.

Los bebés tienen un gran número de receptores sensitivos en los dedos y en los labios, por eso les gusta tanto chuparse los dedos, de hecho se ha comprobado que algunos se chupan el dedo ya desde las 22 semanas de vida intrauterina. Este hecho se produce porque el sentido del tacto sirve a los niños para tranquilizarse solos, para explorar el mundo y para iniciar el contacto con el mismo.

Entre los seis y los nueve meses de vida, el pequeño comienza a explorar el mundo que lo rodea. En estos primeros periodos de vida el tacto también es muy importante para el desarrollo emocional del bebé y el niño, por este motivo y por la influencia en los procesos cognitivos posteriores es necesario que los padres desarrollen desde el nacimiento la sensibilidad táctil en sus hijos.

El proceso de evolución de la percepción táctil viene asociada con el desarrollo cerebral en los primeros meses del pequeño. A partir del primer año de vida, empieza un sistema de exploración más asociada con las manos.

A los dos años, los niños comparan los objetos manipulándolos para determinar su forma, tamaño y también sus funciones.

Los bebés al nacer son incapaces de ver. El proceso visual requiere de un largo aprendizaje. La vista es un sentido que tarda mucho en resultar efectivo. El cerebro necesita aprender a interpretar lo que los ojos del pequeño observan. Es un proceso intenso de maduración que se desarrolla durante el primer trimestre de vida. El mayor crecimiento se produce durante el primer año de vida.




Los ojos del recién nacido son apenas más grandes que la mitad de los ojos del adulto. La mayoría de los bebés caucásicos tienen ojos de color gris claro o azules, pero este color suele cambiar a los 6 meses de edad. Al nacer, los bebés sólo pueden enfocar a una distancia corta (aproximadamente 20-30 centímetros). En las primeras semanas los pequeños pueden seguir y rastrear un objeto. El bebé girará la cabeza hacia un foco de luminosidad y podrá observarse también un reflejo fotomotor, que consiste en que las pupilas se contraen cuando son iluminadas. Los recién nacidos pueden detectar la luz y la oscuridad, incluso ver en una escala de blanco, negro y grises, pero no pueden ver todos los colores. El recién nacido puede percibir cambios en la intensidad de la luz y puede fijar puntos de contraste.

A las dos semanas de edad es capaz de diferenciar en cuanto a color y luminosidad. El rostro humano reúne estas características, por ello se fijará especialmente en las caras de los que le rodean. Durante los primero meses pueden presentar falta de coordinación en los movimientos oculares e incluso pueden parecer bizcos

Hacia el primer mes de vida, el bebé comenzará a mostrar un cierto interés por el entorno durante muy cortos periodos de tiempo. Hacia los dos meses de vida (8-10 semanas) puede seguir un objeto en lento movimiento a una distancia de 30-60 centímetros en un arco de 180 grados y puede percibir el contorno de los mismos.

A partir de las 10 semanas se produce un avance notable, ya que es capaz de percibir bastante bien los detalles más pequeños, y puede enfocar a casi cualquier distancia. Además, ya pueden abrir y cerrar las manos, dirigirlas hacia un objeto y golpearlo, es aquí cuando se inicia el perfeccionamiento de la coordinación ojo-mano.

Entre los tres y los cuatro meses de vida se produce un aumento del control muscular del ojo que le permite al bebé seguir objetos. También se produce un incremento en la agudeza visual que le permite discriminar los objetos a partir de fondos con un mínimo contraste.

Entre los cuatro y seis meses la visión del color se desarrolla. Reconoce objetos y los busca con la mirada, es capaz de ver a más distancia.

A partir de los siete meses, puede mirar fijamente objetos pequeños y empieza a tener una percepción de la profundidad. Puede ver todos los colores y poco a poco será capaz de seguir objetos que se muevan a mayor velocidad.


Los bebés desde muy pequeños son capaces de reconocer el olor de su madre que les transmite sensación de calma y confianza. De este hecho se deduce que la experiencia olfatoria ya está presente, de alguna manera, en la vida intrauterina y va entrenando al pequeño para que, al nacer, pueda captar los olores del mundo exterior.

El recién nacido aborrece los efluvios fuertes y artificiales, que le causan una profunda sensación de desagrado. En cambio muestran una clara preferencia por los aromas suaves y naturales, sobre todo si son dulzones, como el olor a flores, bollos o miel.

Mediante el sentido del olfato, el bebé capta partículas químicas presentes en el aire, que actúan como estímulos y le proporcionan información sobre el ambiente que le rodea. Así, el pequeño aprende enseguida a relacionar su sensación de hambre con el aroma de la leche del pecho de su madre o del biberón que le está preparando.

Según los expertos, esta sensación olorosa mitiga la ansiedad que le produce la espera, lo que confirma que el sentido del olfato, además de proporcionar una valiosa información al pequeño, le produce placer.

Además, le enseña a anticiparse a los hechos y, como consecuencia de esto último, también estimula su incipiente capacidad de memorizar.

Por todo ello, el olfato es un sentido fundamental para la alimentación, la supervivencia y el desarrollo intelectual y emocional del bebé, desde sus primeras horas de vida. En el útero, su sentido del olfato se ha desarrollado junto con el del gusto, aunque nunca ha olido como lo hace cuando sus pulmones se llenen de aire. Por ello, durante los primeros meses de vida el sentido del gusto y del olfato van madurando al unísono y permanecerán relacionados durante el resto de su vida.




El recién nacido distingue perfectamente los sabores dulces de los amargos, ácidos y salado, y muestra una clara preferencia por los mismos. La leche materna es dulce, sobre todo al principio de la toma, por lo que el bebé se engancha con más facilidad. Al final de la toma, la leche es menos dulce pero rica en grasas.

El viaje del niño a través del mundo del gusto comienza durante el período de la gestación. Las papilas gustativas de los niños se forman alrededor de la octava semana de embarazo y ya funcionan antes del tercer trimestre de gestación. En esta etapa, los niños empiezan a percibir, reconocer y después familiarizarse con los diferentes sabores que encontrarán después de nacer.

Durante el primer año de vida, el sabor preferido de los niños es el dulce. Con el inicio del destete, muchas cosas cambian. de repente el sabor de la leche se sustituye por el más sabroso y cremoso de la papilla. Los niños desarrollan el sentido del gusto a medida que los adultos incrementamos el número y la variedad de los alimentos que forman parte de su dieta. Está demostrado que el sentido del gusto ya está desarrollado antes del nacimiento. Sin embargo, las papilas gustativas reciben su mayor estímulo a través de la alimentación, por lo que el bebé será capaz de responder de manera distinta ante los cuatro sabores básicos: dulce, salado, agrio y amargo.

En el caso del dulce, el bebé desde muy pequeño se encuentra familiarizado con él debido al sabor dulce de la leche materna o de fórmula. En el caso del salado, por lo general el bebé comienza a reconocer este sabor en el sexto mes de vida del bebé, con la incorporación de alimentos como las carnes o las verduras. En cuanto al sabor agrio a muchos pequeños no les desagrada este escalofrío gustativo, ya que la sensación resulta muy refrescante. Ante este sabor, los bebés suelen reaccionar cerrando los ojos y frunciendo los labios.




En el caso del oído es el primer órgano sensorial que madura. A las 24 semanas de gestación, el bebé comienza a percibir y a distinguir sonidos, por ello es fundamental estimular dicho sentido incluso cuando el bebé se encuentra en el útero materno. EL feto puede distinguir la voz de su madre en el segundo trimestre de gestación y, al poco tiempo de nacer, se gira hacia el lugar del que proceden los ruidos que detecta.

Los neonatos son capaces de diferenciar tipos de sonidos, tonos agudos o graves, distintas voces, sonidos familiares o extraños e incluso distinguen la dirección de donde parte el sonido. Es por ello por lo que la cóclea funciona igual que la de un adulto a partir de la vigésima semana de gestación. Además, a lo largo del tercer trimestre, el feto es capaz de acoplar su cabeza sobre la pelvis de la madre permitiéndole reconocer la voz de ésta.

La conexión de los nervios entre la visión y la audición que permite el movimiento de la cabeza en función de la dirección del sonido está ya desarrollada en el neonato y le sirve para obtener mejor percepción. También resulta normal que los bebés se sobresalten con un ruido intenso, de manera que a veces sólo se estremecen, se despiertan o rompen a llorar.

A lo largo de la infancia el sistema nervioso irá madurando y permitiendo que las vías y centros nerviosos que emitirán los procesos auditivos, poco a poco se vayan especializando.

Para la mayoría de los pequeños, tanto la audición como la hemisferiedad y el lenguaje mantienen una relación. De esta forma, el hemisferio izquierdo es el responsable de la comprensión y producción del habla, mientras que el hemisferio derecho se encarga del tono, la melodía, la acentuación etc. Por este motivo el oído derecho guarda relación con la comprensión y la producción del habla. En el caso del izquierdo está relacionado con los aspectos melódicos, tonalidad etc. Así, cuando existen deficiencias auditivas se registran también dificultades en la recepción del timbre, el tono, la localización espacial del sonido o incluso los componentes del habla.

Cognitivo

Además del desarrollo motor, durante los primeros años de vida se produce una evolución exponencial del desarrollo cognitivo donde los pequeños descubren el mundo a través de su evolución en dicha área.





En el momento del nacimiento surgen unos reflejos innatos como son succionar, agarrar, etc. a partir de ellos se empieza a aprender, son respuestas ante un estímulo.

Al ir creciendo los estímulos atractivos son cada vez más complejos, sigue mirando lo brillante y los contrastes, los movimientos (boca, ojos, cabeza,…), agrado por el contacto físico y el olor de sus seres cercanos.

A través de los sentidos y los movimientos mantiene la relación con el mundo. Así se va dando cuenta de las consecuencias de sus acciones, es decir desarrolla el conocimiento a través de los estímulos.

El primer mes se caracteriza por el egocentrismo sensoriomotor y existe una incapacidad para distinguir lo propio del resto.




Durante los cuatro primeros meses se produce el control de las conductas reflejas, modifican la conducta según los estímulos presentes y se desarrollan las primeras conductas de juego.

Los primeros meses la función simbólica está relacionada con los signos, y ésta se inicia con el acto de señalar. A partir de los dos años la función simbólica está relacionada con las señales.

Al realizar movimientos con las manos se establecen conexiones en el cerebro, es el primer paso, el segundo es establecer una relación con el medio

La percepción de profundidad es innata o aprendida muy temprano, pero no implica un temor a las alturas. El sentido del peligro se desarrolla más tarde y está relacionado con la habilidad para moverse por sí solos

Antes de los cuatro meses la imitación está relacionada con la imitación refleja. A esta edad comienzan las conductas imitativas, es decir la imitación de conductas ya adquiridas.

Durante el primer año de vida surge el desarrollo de la organización espacial tanto del espacio postural como del espacio circundante, es decir del ambiente. La noción del espacio, el desarrollo perceptomotor, comienza en el nacimiento y continúa durante los dos años. La evolución del espacio comienza primero con la visión y las posibilidades motrices, y posteriormente en el periodo preoperacional, con la orientación, la situación el tamaño y la dirección, es decir la maduración nerviosa más las experiencias que se tienen con el mundo exterior.




Durante el primer año de vida el conocimiento está condicionado por la constancia del tamaño y de la forma. 

A los dos años de vida se produce el desarrollo de la organización temporal, se aprenden conceptos abstractos como es deprisa, despacio antes o después. Este aprendizaje dura hasta los 6 años.

El periodo de 0-2 se caracteriza por la permanencia del objeto. Surge el conocimiento de los objetos y del propio ser de los objetos y el comportamiento de los mismos, se experimenta con las leyes objetivas sin comprenderlas.

domingo, 18 de mayo de 2014

Motor 2 años

  • Su locomoción se va haciendo más segura, va perdiendo el miedo.
  • Le gusta desplazarse empujando objetos y anda solo.
  • Puede subir escaleras gateando.
  • Se arrodilla sin ayuda, pero al ponerse en pie pierde el equilibrio fácilmente.
  • Baja las escaleras sin alternancia (es decir, para con los 2 pies en un escalón), y con ayuda de las dos manos.
  • A los 21 meses puede bajar escaleras con alternancia.
  • A los 21 meses mejora su equilibrio, lo que le permite saltar con los 2 pies.
  • Puede agacharse para coger las cosas.
  • Puede caminar arrastrando un juguete.
  • Corre aunque sea con las piernas abiertas y cayéndose mucho.
  • Puede lanzar un balón sin caerse.
  • Salta con los dos pies en el mismo lugar.
  • Dobla un papel por la mitad por imitación.
  • Vierte agua de una taza a otra.
  • Aparece la capacidad de representación y el dominio de la inteligencia verbal. Hay un cambio desde la realidad sensoriomotriz a la simbólica.



Desarrollo 2 años

En esta última etapa de la infancia se produce una evolución a nivel cognitivo muy amplia. Esta etapa se caracteriza por la aparición del lenguaje de una forma mas marcada. Aquí veremos la evolución que se produce en esta etapa.




Motor 1 año

  • Camina llevándole de la mano.
  • Hace garabatos débiles luego de una celebración.
  • Puede coger un botón utilizando los dedos índice y pulgar.
  • De pie, se agacha para coger un juguete.
  • Bebe solo de un vaso.



Desarrollo 1 año

Durante el primer año de vida hasta el segundo se producen multitud de cambios tanto a nivel cognitivo como motor. La evolución en estos aspectos es exponencial. Sin embargo a nivel sensorial la evolución no es tan grande.



Motor 0-1

1-3 meses

  • Boca abajo, levanta la cabeza por algunos segundos.
  • Fija su mirada en el rostro.
  • Aprieta el dedo colocado en su mano.
  • Emite pequeños sonidos guturales.
  • Reacciona con movimientos de succión antes de darle pecho.
  • Acostado boca abajo, el tono del tronco y la cabeza aún permanece débil, por lo que no puede mantener las posturas.
  • Las manos no están tan cerradas.
  • Ejercicio de los reflejos y pérdida de algunos de los reflejos y consolidación de otros como succión y prensión.
  • Se sobresalta espontáneamente.
  • Realiza movimientos de brazos y piernas a la vez,  con más soltura a los 2 meses.
  • Alteración de los reflejos innatos. Aparecen las primeras adaptaciones adquiridas y las relaciones circulares primarias.
  • Boca abajo, se apoya en antebrazos sobre los 3 meses, levanta la cabeza 45º a 90º.
  • Vuelve la cabeza para seguir un objeto.
  • Responde con una sonrisa cuando se le sonríe.
  • Juega con sus manos.
  • Reacciona a los sonidos repentinos.
  • Desaparece el reflejo de prensión palmar.


4-6 meses

  • Boca a arriba, levanta la cabeza y los hombros sujetándolo por los brazos para llevarle a posición sentado.
  • Acostado boca abajo, gira sin darse la vuelta del todo.
  • Extiende sus manos para atrapar aquello que le llama la atención.
  • Mueve el sonajero que se le ha colocado en la mano.
  • Ríe a carcajadas.
  • Vocaliza cuando se le habla.
  • Alteración de los reflejos innatos. Aparecen las primeras adaptaciones adquiridas y las relaciones circulares primarias.
  • A los 5 meses aparece la prensión voluntaria, puede coger los objetos y llevarlos a la boca.
  • Acostado boca abajo puede levantar la cabeza y gran parte del tronco con firmeza, apoyándose en los antebrazos.
  • En esa posición puede manipular un juguete con las manos.
  • Trata de darse la vuelta.
  • Apoyado sobre el tórax mueve los brazos y piernas haciendo el avión.
  • En posición dorsal intenta sentarse, pero sólo lo consigue si lo sujetamos un poquito.
  • Deja de mirarse las manos para cogerse los pies.
  • Aparece la coordinación de mano-visión y la exploración de los objetos y personas.
  • Se mantiene sentado sin apoyo durante un momento.
  • Sostiene dos cubos en cada mano.
  • Estando boca abajo, se voltea boca arriba y viceversa a partir del 5º y 6º mes.
  • Agarra cosas y se la mete a la boca.


7-9 meses

  • Puede girar lo mismo boca abajo que boca arriba.
  • Empezará a gatear.
  • Logra mantenerse sentado sin apoyo, sujetándose en las manos para no caerse.
  • A los 8 meses, la tonicidad del tronco le permite sentarse con mayor equilibrio y sin ningún agarre.
  • Salta y se agacha.
  • Mantiene un objeto en la mano si se le ofrece otro.
  • Puede pasar un objeto de una mano a otra y golpearlo.
  • Puede soltar voluntariamente un objeto.
  • Comienza a tirar objetos y observa el ruido que hacen al caer.
  • Con 8 meses se perfecciona su facultad de soltar.
  • Coordinación de los esquemas secundarios y su aplicación a situaciones nuevas. Aparecen las acciones con intencionalidad que le permiten reconocer indicios o señales y anticiparse a los hechos.
  • Se sostiene de pie con apoyo.
  • Juega a golpear objetos de forma brusca y sonora. Los tira al suelo.
  • Señala el juguete u objeto que desea.
  • Se observa en el espejo.
  • Utiliza la voz para llamar la atención, en vez de usar el llanto.


10-12 meses 

  • Con 10 meses le gusta desplazarse reptando y arrastrándose.
  • Sentado, puede inclinarse hacia delante sin perder el equilibrio, aunque hacia los lados le cuesta un poco más.
  • Con 10 meses puede ponerse de pie sujetándose a los muebles.
  • Con 10 meses disfruta gateando.
  • Da pasos apoyándose.
  • Mejora la independencia manual.
  • Coge en pinza superior (pulgar−índice)
  • Coge objetos pequeños.
  • Introduce y saca objetos de cajas.
  • A los 11 meses le gusta señalar y explorar con el índice en orificios.
  • Gatea con mayor rapidez. Se mueve apoyándose en las manos y en los pies.
  • Camina agarrándose a los muebles y llevándolo de la mano.
  • Empieza a caminar sólo. Poco a poco conseguirá la marcha segura.
  • Para soltarse a andar necesita agarrarse.
  • Estando de pie logra agacharse para coger un juguete sin caerse.
  • Reúne objetos uno a uno, los introduce y los saca.